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jueves, 3 de febrero de 2011

EL RÌO LOCO.- Autor: Vìctor Hugo Dueñas.



EL RÍO LOCO

  En épocas de avenidas de agua, la población de Casma está en constante emergencia. El río loco que quiere castigar.
Cuentan los lugareños de la ciudad del eterno sol, como parte de la tradición oral de esta acogedora ciudad, que hace algún tiempo no muy lejano, que por estos lares Santa María Magdalena, guía espiritual de Casma, paseaba por las orillas del mencionado río, contemplando la naturaleza y por ende la belleza del paisaje en su máxima expresión, derramado con su canto lírica oración.
Estaba ella caminando un tanto pensativa y sentimental, pues era fiel amante del servicio a los demás. La Patrona como todos la conocían en su trajinar no era ajena al cansancio que inspiraba el imponente sol del pueblo casmeño, en esas circunstancias llega el atardecer, cuando se deja sentir la necesidad de deleitarse con un reparador jarro con agua, aunque fuera del propio río.

Víctor, inquieto que a sus 12 años de edad percibía con su inocencia el dulce deseo de darle la mano a quien lo necesitaba, empero, éste vivía con sus abuelos ancianos ellos, que eran conocidos en el lugar por lo gruñones que se portaban con los demás... ni APRA que decir, en verdad tenían un grado de conducta en el cual predominaba el egoísmo. Los vecinos de aquella zona constantemente vertían agrios comentarios que pintaban de cuerpo entero a los abuelos de Víctor.

Como ya era costumbre en ella, María Magdalena cada fin de semana visitaba diferentes zonas del pueblo de Casma, y dentro de su periodo llegó al río Sechín, conocido en la actualidad como el “río loco”, siendo este escenario de lo que se narra.

Citas bíblicas nos refieren sobre el buen samaritano:.. “dar de beber al sediento”, es por ello que "Santa María" durante su recorrido por Casma también propala esta enseñanza.  María Magdalena, se hallaba en lo alto de cerro y dijo: “Oh Dios mío, tú quien crea al hombre y al mundo, eleva ante ti mis santas plegarias para que tu bondad y bendición sean derramadas sobre este pueblo de Casma”.

Acababa la Santa de decir esta palabras, cuando se percató que era observada por el inocente niño, quien sorprendido de lo visto y cautivado por el suceso, agitado llegó a su humilde vivienda en donde exclamó; “Abuelos, abuelos, allá en el cerro hay una mujer que habla con Dios” contando el confundido niño todo lo que había presenciado.

-Cállate, eres un tonto, los niños no dicen mentiras- refutó así la abuela, quien sin dar mayor credibilidad al niño para que este cuente con mayor claridad  lo contado inicialmente, lo castigó cruelmente.

Ya habían transcurrido casi dos horas desde que Víctor fuese castigado, cuando éste olvido el dolor causado por la golpiza. Cuando regresó al cerro.
Al llegar allí, aún seguía en el lugar la Patrona Santa María Magdalena, quien se dio cuenta de la presencia del niño y lo llamó hablándole con tierna mirada: “ven acércate hijo mío, que él aire se ha hecho para respirar y respira junto a mí y el agua para que este valle siga lleno de verdor, pero también para calmar nuestra sed”, estaba ella un tanto sudorosa, cuando nuevamente se dirige al asustado niño y le dice: “ Ven a mí no me tengas miedo, ven que te espero sólo quiero que me ayudes a calmar esta sed que tengo, obsequiándome para una ello un poco de agua”.

El niño con mayor confianza la miró y le contesto que Víctor es un nombre, además se para frente a ella y le dice : “Mujer, porque me dices hijo mío”, es entonces cuando la mujer abraza el infante y le pide que le consiga un poco de agua, éste sin remediar en cada se dirigió con destino hacia su morada en donde al llegar comenta a sus abuelos que nuevamente había visto a la mujer, pero que en esta oportunidad pudo conversar con ella y que le ha pedido un poco de agua para calmar su prolongada sed, los ancianos no comprenden al niño y sumamente enojados, contestan a su nieto: “Tú estás castigado y no tienes por que salir de casa, si esa mujer quiere agua que vaya a otro sitio a pedir”.

María Magdalena intuyó lo que en esa casa del niño sucedía, fue cando sintió que su corazón era fuertemente presionado, ya que ella era consciente que el divino creador nunca fue mezquino con nadie, reponiéndose del cansancio, ya desaparecido el deseo de beber un poco de agua, se puso de píe mirando hacia el río y con mirada altiva, silenciosamente expresó: “Comprendamos a quienes no comprenden a los niños, demos solidaridad a quien lo necesita, y buenos ejemplos a los egoístas”, empezó a caminar y empezaron entonces a brotar de sus labios lamentaciones del porque de los sucedido cuando el agua no se puede negar a nadie, volteó la mirada nuevamente hacia el río refiriéndose a este dijo: “ En tu recorrido traes agua, mezquino no quiere compartir el elemental líquido, entonces como castigo por la mezquindad, el agua será en tu seno como el loco que camina en la vida sin destino alguno y que llegan sin ser esperado”, Desde entonces el río Sechín , es conocido como el “río loco”, ya que cuando menos se espera trae gran cantidad de agua que alarma a la actual población de la norteña provincia de Casma.






Victor Hugo Dueñas Medina
(Casma - 75)
Comunicador social.
Director de varios
programas
periodisticos.








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