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jueves, 16 de diciembre de 2010

CONOZCA LAS MEJORES PLAYAS DE CASMA - PARTE I

CASMA:
Y LAS MEJORES PLAYAS
DEL NORTE

Sin lugar a dudas, la provincia de Casma en la Regiòn Ancash, tiene en su jurisdicciòn las mejores Playas  del norte peruano. Hermosas playas de contornos muy variados y de  caprichosas formas; de aguas lìmpidas de colores que van desde el azul intenso, pasando por el celeste, el  turqueza, al verde esmeralda, entre otras tonalidades que la Madre Naturaleza nos ha concedido para orgullo de los casmeños.
Entre la playas màs conocidas estan entre otras: Tortugas, Guaynunà, La Gramita (Las Aldas), Punta Huaro, Mongoncillo, Punta frio, Campanario, Puerto Casma.
Aprendamos a conocerlas:


Atardecer en tortugas en el solsticio.
El Balneario de Tortugas en la actualidad.

Tortugas vista desde el lado sur, cerca a La Capilla.

Una hermosa vista de Tortugas  desde "El Farol". Lado sur.

Lado norte de Tortugas, al fonde se observa San Germàn
y el Inca.

Caleta La Gramita, ubicada al sur de Casma, una de las mès hermosas
playas que nos enorgullece.

La pequeña isla  Las Mellizas, en La Gramita, lado norte.

Playa e isla Las Mellizas un lugar para la aventura que  te atrapa.

En esta foto se observa la belleza de las dos  playas mellizas  de este hermoso
remanso  de nuestro litoral.

Un lugar paradisiaco para reflexionar y darse un rico chapuzòn.

El lado sur de la isla te invita  recorrerla para conocerla mejor.

Las islas siempre guardan sorpresas  que hay que conocer...

Atractivo lugar para la pesca, la  meditaciòn y deleitar  la vista.

Se observa parte de un hospedaje existente en la zona, conocido como
Las Aldas.

Si algo hay que reclamarle a la naturaleza, es que la belleza
 a veces ciega nuestros ojos...


Nota.- Continuarà la II parte






miércoles, 15 de diciembre de 2010

HOMENAJE A OSCAR WILDE - Por Augusto Llosa Giraldo




LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE
 OSCAR




A Oscar Wilde en el Bicentenario de
su nacimiento,
y a O.R.A, razón plena de mi existir.






"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto,
y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante".
Oscar Wilde.



Los viejos ficus de la Plaza de Armas fueron testigos de ese encuentro inicial, fortuito que nos cedió el terreno para conocerte esa noche sensual de enero que lo conjugó todo, desde ese fugaz instante que aún recuerdo y no podré olvidar jamás, aunque pasen los años y la muerte me lleve a buen recaudo.

Fue una grata ocasión para penetrar a ti por tus hermosos ojos verde-esmeralda; saborear tu risa infaltable y sobre todo sentir que tú presencia me envolvía el alma como un denso humo que me hacia flotar por encima de tus diecisiete años aún no concluidos, cuando el reloj y el calor se disipaba a eso de las veinte horas y una leve brisa marina acariciaba el valle. En tanto la plaza poco a poco se iba quedando vacía, solo a merced nuestra que al vernos enternecidos, se fue encogiendo hasta trasformarse en un pequeño parque que nos apretaba el corazón con solo suspirar un poco.

Sostuvimos una plática inusual, generosa que por ser la primera vez, fue extensa, horizontal, llena de preguntas y respuestas contestadas a plenitud, sin cortapisa ni subterfugio alguno. Fueron horas intensas que parecía que no tenían fin, en medio de una noche envolvente, estrellada que de tanto esperar se durmió en nuestros brazos.

La circunstancia quiso que muestras vidas se entrelazaran a partir de este momento, y se quedara atado a través de una cinta invisible que sólo nuestros ojos pueden divisar en las noches iluminadas de luna llena, cuando estamos solos divisando el mar en nuestra isla perdida, ubicada en lo más profundo de nuestro rojo corazón, que de tanto amor se ha vuelto humilde, totalmente encantado de tu risa y de tu mirada eterna que de a pocos me doblega.

Hoy hacemos un alto en nuestra vida, junto a tu pedestal imaginario para recordarte, reflexionar y leerte lo suficiente mi querido y amado Oscar Wilde, máxime si estas cumpliendo doscientos años de tu nacimiento que todos recordamos y no podemos soslayar, muy a pesar que tus encarnizados enemigos pretendieron destruirte antes que te inmortalizaras bajo el peso sublime de la literatura, pero no lo consiguieron, porque tú estas vivo, presente, en cambio ellos están muertos, sepultados en una tumba oscura que nadie recuerda y que el tiempo se ha encargado de olvidar.

En cambio tú estas cada vez más jovial, lúcido, entretenido en medio de tus miles de libros traducidos a casi todos los idiomas de mundo, y eso es más que suficiente para alegrarnos tus amigos que te tenemos siempre presentes en cada una de nuestras tertulias y encuentros literarios que se celebran en tu nombre por estos días en grandes y opulentos cenáculos perfumados, así como en pequeñas y humildes cofradías de admiradores que te estudian y escudriñan como nunca tu vida disipada, poco común en esos tiempos, pero sobre todo honesta para contigo mismo, porque no te engañantes y te mostraste tal como eras, sin falsas caretas ni oprobiosa falsía, muy a pesar de la frivolidad y de la doble moral del entorno que te rodeaba.

A pesar de estas sutilezas de la vida, tu portentosa obra inigualable permanece, incólume, fresca que ha enriquecido el verbo con ese lenguaje fino, fresco, y truculento que nos fascina, pero sobre todo mordaz que a muchos enfureció en tu época.

Así han trascurrido los años y seguirán pasando pero siempre estarás presente en cada uno de nosotros, y tu memoria imperecedera no caerá bajo ningún pretexto, y esa será tu victoria inmortal sobre tus olvidados enemigos que jamás podrán vencerte por los siglos de los siglos, Amén.

 

La hermosa bahìa de Tortugas se puede divisar desde
 El Hostal El Farol. En la foto Oscar Raymundo el dìa de
su onomàstico.
 
 
 

ELOGIO DE LA LIBERTAD - Por Cèsar Campos.



Elogio de la libertad 
Por: César Campos R.
No cabe duda que el personaje del 2010, en el Perú y el mundo, es Mario Vargas Llosa. Y que la extensa peregrinación física e intelectual de nuestro novelista desde que le fuera anunciado el premio Nobel de Literatura el pasado 7 de octubre hasta su otorgamiento este viernes 10 de diciembre, cierra con algarabía para sus compatriotas la primera década del siglo XXI.
Ello no es el espejismo de quienes sentimos un auténtico y profundo orgullo por lo que ha logrado Vargas Llosa. Tomamos sus palabras y afirmamos que el Perú está mucho mejor que hace diez años, cuando la verdadera democracia empezó a abrirse paso  generando tres alternancias en el poder y aprestándose a una cuarta. El hombre que pregonó tercamente la libertad política y económica en nuestro medio – cuando algunos no lo apreciábamos – recibiendo la máxima presea mundial a los autores literarios, junto a un país que con los consabidos trompicones, cabes, sospechas y reclamos da inicio a su jornada electoral presidencial, tiene un valor simbólico extraordinario.
Bajo esta premisa escuchamos ayer con atención el discurso de Vargas Llosa previo a la recepción del Nobel. Como a casi todos, nos pareció notable ese parafraseo de la obra de Erasmo de Rotterdam al intitularlo “Elogio de la lectura y la ficción”, y donde establece un derrotero de su vida que suma experiencias de toda índole.
Por supuesto que resultó emocionante el tributo a Patricia, su esposa. También al Perú, país con el que siempre dijo tenerlo como contraparte en una relación hostil y querendona a la vez  Los recuerdos de Dora, su madre, el abuelo Pedro y el tío Lucho, personajes a quienes vimos como actores de una de sus novelas y luego en las memorias.
Sin embargo, el eje que más nos impresiona de su disertación lo constituyen las reflexiones políticas sobre en sentido de la libertad atado a la literatura. “Quienes dudan de que la literatura, además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda forma de opresión, pregúntense por qué todos los regímenes empeñados en controlar la conducta de los ciudadanos de la cuna a la tumba, la temen tanto que establecen sistemas de censura para reprimirla y vigilan con tanta suspicacia a los escritores independientes.”, es una de las citas que merece especial atención.
Así mismo la que advierte las nuevas formas de barbarie que proliferan atizadas por el fanatismo. El mundo de extremos que apenas ratifica la supremacía de la permanente insatisfacción entre los seres humanos. Por eso, junto al elogio de la lectura, elogiemos la cultura de la libertad que destila Vargas Llosa en los momentos sublimes de su larga y fructífera existencia.