CRISTIANOS EN LA DURA PRUEBA
¿Cuántos hombres y mujeres al llegar a Yanamayo no hemos sentido miedo, angustia, dolor al encontrarnos presos, lejos de nuestro seres queridos y en las condiciones más duras de total encierro y aislamiento, inclemencias del clima para quienes son de lugares mas remotos del país.
En estas condiciones es que la dura prueba de la fe en Cristo se pone de manifiesto, o bien aceptamos nuestra conversión paciente que poco a poco nos aviva la llama del amor cristiano, o caemos en la desesperación material de las cosas del hombre.
He aquí hermanos nuestro dilema, nuestro reto para quienes amamos a Dios, ya que no hay peor engaño que el que nos hacemos cuando en el fondo de nuestro corazón existe un pequeño respaldo de amor hacia nuestro prójimo, hacia Jesús, hacia nuestro Padre Celestial, y lo negamos.
Esta es nuestra actitud – muchas veces – hermanos, actitud que se expresa en la desdicha, en la mentira y el maltrato hacia nuestros hermanos. Cuántas veces hemos actuado mal en contra de la palabra de Dios, y nos hemos rebelado?. Dónde está nuestra práctica cristiana, si lo que hacemos o decidimos está lejos de Dios, o es que acaso creemos que podemos remediar todos los días lo que de noche hacemos o no hacemos, golpeándonos el pecho, invocando el Santo nombre de Dios, cuando lo creemos conveniente?.
No es mucho esfuerzo pues hermanos, observar poco a poco nuestro compromiso de cambio, de liberación espiritual si no sentimos la palabra de Dios, ya que la misericordia de nuestro Padre no llega solamente hasta nosotros sino através de de nosotros debe llegar a los demás, de lo contrario no nos llega en absoluto nada.
Esto también con mucha insistencia, lo afirma Jesús. Él nos invita ha tener con los demás la misma actitud que tiene el Padre con nosotros, y nos hace capaces de ello, comunicándose con el espíritu (Jn.20, 23), el amor que nunca muere porque perdona siempre. Al derramarlo en nuestros corazones nos da su mismo poder Divino de vencer el mal con el bien, la violencia con la Paz, la venganza con el perdón.
Augusto Llosa Giraldo.
¿Cuántos hombres y mujeres al llegar a Yanamayo no hemos sentido miedo, angustia, dolor al encontrarnos presos, lejos de nuestro seres queridos y en las condiciones más duras de total encierro y aislamiento, inclemencias del clima para quienes son de lugares mas remotos del país.
En estas condiciones es que la dura prueba de la fe en Cristo se pone de manifiesto, o bien aceptamos nuestra conversión paciente que poco a poco nos aviva la llama del amor cristiano, o caemos en la desesperación material de las cosas del hombre.
He aquí hermanos nuestro dilema, nuestro reto para quienes amamos a Dios, ya que no hay peor engaño que el que nos hacemos cuando en el fondo de nuestro corazón existe un pequeño respaldo de amor hacia nuestro prójimo, hacia Jesús, hacia nuestro Padre Celestial, y lo negamos.
Esta es nuestra actitud – muchas veces – hermanos, actitud que se expresa en la desdicha, en la mentira y el maltrato hacia nuestros hermanos. Cuántas veces hemos actuado mal en contra de la palabra de Dios, y nos hemos rebelado?. Dónde está nuestra práctica cristiana, si lo que hacemos o decidimos está lejos de Dios, o es que acaso creemos que podemos remediar todos los días lo que de noche hacemos o no hacemos, golpeándonos el pecho, invocando el Santo nombre de Dios, cuando lo creemos conveniente?.
No es mucho esfuerzo pues hermanos, observar poco a poco nuestro compromiso de cambio, de liberación espiritual si no sentimos la palabra de Dios, ya que la misericordia de nuestro Padre no llega solamente hasta nosotros sino através de de nosotros debe llegar a los demás, de lo contrario no nos llega en absoluto nada.
Esto también con mucha insistencia, lo afirma Jesús. Él nos invita ha tener con los demás la misma actitud que tiene el Padre con nosotros, y nos hace capaces de ello, comunicándose con el espíritu (Jn.20, 23), el amor que nunca muere porque perdona siempre. Al derramarlo en nuestros corazones nos da su mismo poder Divino de vencer el mal con el bien, la violencia con la Paz, la venganza con el perdón.
Augusto Llosa Giraldo.
Publicado en la Revista "TARPUY" 07
Yanamayo - Puno 87
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