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sábado, 15 de enero de 2011

GUSTAVO ARMIJOS, EL POETA QUE CONOCÌ. Por Augusto Llosa Giraldo.

POESÌA DE GUSTAVO ARMIJOS

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Nombre: GUSTAVO ARMIJOS
Lugar: La Victoria, Lima, Peru
Nací el 2 de febrero de 1952. Realicé mis estudios primarios en el Colegio Salesiano Don Bosco de Piura y secundarios en el Don Bosco. Soy fundador del Colegio de Periodistas del Perú. En 1990 fui elegido Primer Vice - Presidente de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas. He ejercido la docencia a nivel superior tanto en el Perú como el extranjero. Obtuve el primer Premio de Poesía de la Municipalidad de Lima en 1982, Los Juegos Florales de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega en 1993, además de los Juegos Florales del Instituto Nacional de Cultura Filial Piura en 1994. Fui periodista en el diario La Industria de su ciudad natal, luego en el diario El Tiempo y el diario La Tarde de Piura. He viajado por casi todo el país desempeñando misión periodística, América Latina y Europa. Actualmente soy director de la revista literaria 'La Tortuga Ecuestre' desde 1973 hasta nuestros días, decana de las publicaciones de su género en el Perú.


EVOCANDO LOS RIGORES DEL DESIERTO



El rojo o naranja vivo de su boca me enloquece
sus bellos ojos y espléndida mirada se expanden cada eternidad
entre las estrellas cabalgan como briosos corceles o gacelas.
Valia es mi aflicción permanente
y la busco presuroso de noche
en la pantalla pequeña o caja boba.
Busco el eco de su llamada
o la amplia soledad sumamente esquiva.
Mis manos crispadas por la angustia
tratan de desnudar las tinieblas
a las que ascienden los bienhecheros
que la pretenden colmar en el elogio.
Un estremecimiento mesurado me seduce
el impulso colmado de amor me aletarga
más bella que la hechicería de sus ancestros.
Tal como la veo con suntuosas ropas
y una suave brisa galopa su rostro
con maquillaje hasta el hartazgo.
Procuro el reposo con la certeza
que es el reflejo de la eterna poesía.



EL UNIVERSO EN TUS OJOS



Siempre te escapas en el denso oleaje de una marea negra
y mientras huyes se va diluyendo el minúsculo laberinto
en que dominas tu mirada frente a la costa de los vientos.
¿Qué territorio te sujeta a la faz del planeta?
¿A quién indagar por las líneas que nos conducen de manera
/laberíntica rumbo a la eternidad.
Si me miras pienso que la noche comienza a encender
sus fuegos en tus ojos de gacela
nada mejor que la luna entre tus cejas como claras líneas.
No deseo que tus pensamientos se atropellen como corceles
/ peatonales
y el cielo raso sea una selva oscura es esta mezanine
donde tu silueta es una piedra que no da en el blanco
y se desliza tenuemente como una lluvia hacia el confín
/del universo.
Hay intensa confusión de litigantes cuya única controversia
es la muerte como puerto a la intemperie en el invierno.
Los seres humanos convertidos en estatuas de granito
los papeles apilados hasta construir una fortaleza
y entonces el viejo adagio hecha la ley y la trampa
quedó cerrada para los inmensos impostores de la ley.
Nada queda para el amor en estos predios lúgubres
y al final de la tarde todo ha de ser como al comienzo
tú una mujer de esbelto talle y sinuosa cabellera
y yo pobre cojudo tratando de ganarle un juicio al destino.



NOTA.- Tuve la suerte de conocer y hacer amistad por un buen tiempo con el ya en ese entonces, reconocido poeta Gustavo Armijos. Lo conocì por intermedio del poeta  Jorge Tafur con quien integraba  el llamado "Grupo Literario Gaviota, junto a otros jòvenes poetas limeños; posteriormente a este grupo poètico se sumò, el poeta Huarmeyano Heber Ocaña.
A Gustavo como Director de la Revista "La Tortuga Ecuestre", siempre lo veìa en cuanta actividad cultural se realizaba en la ANEA (Asociaciòn Nacional de Escritores y Artistas) en su viejo local de Jiròn Puno Nº 421, que en ese entonces presidìa el Dr. Luìs Hernan Ramirez. Siempre reconocì su vena poètica y esa terca actitud por la poesìa. Eran tiempos dificiles, la hiperinflaciòn del primer gobierno de Alan Garcia nos consumìa y aterraba todos los dìas, sumados a los "bombazos nocturnos de Sendero Luminoso" que dejaba a Lima a oscuras, luego se impuso el "Toque de queda", y en ese contexto, Gustavo siempre religiosamente cada mes nos deleitaba con su revista que nunca dejò de editarse.  Esto sucediò allà por los años de 1983, junto a èl, conocì e hice amistad con muchos  distinguidos poetas y escritores limeños y provincianos como yo.
Hoy te recuerdo y disculpame por la demora.


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